No duermo. No quiero. Ya sé que si no duermo viene el diablo blanco y ¡zas! me come la patita. Pero si duermo... Si duermo se llena el cuarto de niños perdidos que no encuentran la entrada a este mundo nuestro y piden mi ayuda. Se agolpan, se empujan, se atolondran, no respetan turnos ni excepciones. Ocupan todos mis predios vacíos y me ahogan en las aguas de sus ojos. Es mucho. Prefiero al diablo blanco; es un loco conocido.
2 comentarios:
Mejor, mucho mejor. Estamos de acuerdo.
guau, me encantó!!!!
muy bueno che!!!!
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