domingo, 10 de abril de 2011

Raíz cuadrada – Sergio Gaut vel Hartman


—No importa lo que te afanes o desesperes —dijo la adolescente hundiendo el rostro entre las manos—. Tarde o temprano tenemos que morir; es inevitable. —No pudo reprimir un sollozo.
—Querida amiga —dijo el anciano acariciándole un hombro— todavía estás a tiempo de aprender matemáticas. Los años y los momentos felices pueden multiplicarse, se le puede restar dolor a la pena y potenciar los saberes y sentires. Yo soy un buen ejemplo: aquí estoy, a mis noventa, tratando de aprobar esa materia. Y a propósito del tema: ¿podrías recostarte sobre el plano para que mi línea tangente se convierta en secante? Es un trabajo práctico que mi tutora, asegura, sumará vida a mis años.

Sergio Gaut vel Hartman

2 comentarios:

Javier López dijo...

¿Lo que quería ese viejo verde era rozar su elipse contra la hipérbola de la joven? Buena parábola!

El Titán dijo...

un ejemplo de que las matemáticas pueden ser muy porno...