No hay que ser un gran profeta de la historia para ver el futuro en los espejos, portales a través de los que fantasmagorías violentas irrumpen en nuestro ambiente con mensajes absurdos, interpretados al antojo de quien pule el discernimiento.
En nocturnas ocasiones, corrientes arcanas asoman sus cabezas desde el marco del espejo y nos miran mientras dormimos. Momentos como esos nos procuran pesadillas, sus caras en nuestra conciencia turba el alma, porque son parte de nosotros. Los espejos reflejan lo que nos importa y preocupa, siempre.
1 comentario:
Terribles esos espejos. Deberíamos taparlos.
Excelente, Claudio.
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