jueves, 14 de abril de 2011

Atrapé el infinito - Eduardo Mancilla


Seis espejos se ven a sí mismos, se reflejan en ellos y no salen de su asombro al encontrar parecido semejante.
Cada uno copia hasta el más ínfimo detalle del que está frente a si, cuando están completamente seguros de su perfecta igualdad, recapacitan...
—¡No hay absolutamente nada!
—Lógico, encierra el espacio entre seis paredes de espejos en forma de caja y hallarás el infinito, pero en el preciso momento que la abras para observarlo, se volará toda la fantasía y con ella el infinito, que por un momento fue absolutamente tuyo.

1 comentario:

El Titán dijo...

muy bueno...eso sí, ami el infinito me da jaquecas, por eso no lo aguanto....