Hay ríos que se deslizan en valles invisibles. Estrellas ocultas en los ojos de desconocidos. ¿Cuántos caminos hacen la distancia? ¿Cuántas veces he dejado mi voz en tus sueños? Te llamo en el horizonte de los párpados, hasta el fin del mundo, esperando despertar.
En el úlltimo suspiro, me siento inmortal, sabiéndote barca de este viaje. Y escucho, en lo imposible, a los dragones caer en el abismo de sus fuegos fatuos.
3 comentarios:
¡Buena metáfora, Maestro!
me alegra que te guste!! gracias por el comentario!!
Buena poesía en prosa...para degustar con un narcótico de dragón...
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