viernes, 29 de mayo de 2009

Abducidos- Héctor Ranea


Entre las personas que abduje en mi interior están dos payadores: uno argentino, el otro cubano. El cubano es medio holgazán el otro, holgazán del todo. El argentino sabe expresarse bien pero es incoherente, vago y malambeador de profesión. Compone décimas en octavas, pero ni es prolijo ni se le entiende. En realidad, me divierten, sobre todo cuando el argentino se pone a contar cómo hace el menjunje chimichurri, o canta en coplas a cualquier cosa que ande por mi cabeza. Pero, la verdad, me hace perder tiempo. Eso sin contar con que muchas veces se pone a enseñarle al cubano cómo se juega al truco, cómo prepara el locro o baila zamba con los demás. Un día de éstos tiro por la borda a estos dos vagos y veo si puedo abducir un astrónomo o un físico serio que me dejen pensar en mis cosas.

3 comentarios:

Florieclipse dijo...

Si el físico abducido es Argentino, de Tandil para ser más precisos, me temo que la cosa podría ponerse más rara todavía.

;)

Salemo dijo...

Es que a veces la mente de uno se asemeja demasiado a una sala de espera (de un dentista o un aeropuerto internacional, según cada uno)y multitudes se agolpan en ella, distrayendo al feliz ( o no) poseedor de ese adminículo necesario para seguir fluyendo por la vida.
El desalojo sin previo aviso, y por la fuerza si es necesario,se impone, don Héctor.
Suerte con la tarea.

Ogui dijo...

en verdad... las cosas se ponen más complicadas. Tout ce complique! Dice un ex-profesor mío