miércoles, 27 de mayo de 2009

Remedios para melancólicos - Graciela Pérez Aguilar


Es sabido que los pacientes internados durante cierto tiempo experimentan un síndrome que, a veces, se llama hospitalismo y produce depresión y melancolía. Modestamente, imagino que se podría paliar llevándoles ramos de malvones o crisantemos, olor a pis del gato familiar, pasto mojado por la lluvia, ruidos del tránsito de la calle en que viven, olor a guiso de mondongo o a ternerita con arroz, conversaciones de los vecinos y el tacto de las sábanas de sus propias camas. Claro que no siempre es posible introducir subrepticiamente todo eso dentro del bolso que intentamos pasar por la guardia.

4 comentarios:

Nanim Rekacz dijo...

Pero hay que intentarlo, ¿por qué no? Es cuestión de inventar los envases adecuados...

Florieclipse dijo...

Cierto. La pis del gato, por ejemplo, creo que sería fácil de contrabandear.

Camille Stein dijo...

un gran relato...

es en los encierros donde se extrañan los fenómenos más dispares

saludos

josé rasero dijo...

¡Què bueno, qué chico, qué lindo! Bueno, ¡hola!, soy jose, desde Cádiz, mirando y disfruntando por acá
Saludos desde la nave