lunes, 25 de mayo de 2009

El propósito de la luna 2 - Tom Robbins


Vincent van Gogh se cortó la oreja y se la mandó a Marilyn Monroe. Cuando desenvolvió el paquete y se encontró con la oreja, Marilyn Monroe puso su famosa sonrisa de gato-que-se-comió-la-banana.
Marilyn Monroe colocó la oreja en una caja de palo de rosa en su vestidor. De tanto en tanto, ella sacaba la oreja de la caja, la acariciaba, la soplaba, la rascaba y se reía. Una vez ella enganchó la oreja en una cadena de plata y la usó como collar en una fiesta. Siempre tuvo la intención de escribirle al propietario original de la oreja una hermosa nota de agradecimiento, pero nunca se hizo el tiempo.
¿Fue Vincent van Gogh un tonto?
Quizás Marilyn Monroe fue la tonta. Después de todo, Vincent van Gogh hizo un grandioso gesto y Marilyn Monroe lo recibió frivolamente.

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