jueves, 21 de mayo de 2009

Megera - Lilian Elphick



Aquí estoy, en el sitio que he elegido. No voy a llamar casa a un agujero que sólo tiene por luz mi furia encadenada. Nadie me visita, salvo mis hermanas Alecto y Tisífone, Erinias de sangre caliente que intentan convencerme con horrores de utilería. Que persiga, que castigue, que condene a los infieles, a aquellos que han amado más allá de sí mismos y que huelen en sus manos el perfume embriagador de la derrota.
A fuerzas de costumbre, el abismo de mi tristeza: escribí mil cartas de amor que no fueron leídas.
Esperé. Esperé. Caí a la tierra. Las piedras me consolaron, el rosario de huesos, la arena silenciosa.
Debería bastarme.

Tomado de http://lilielphick.blogspot.com/

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