domingo, 10 de abril de 2011

La inaugural – Héctor Ranea


El bar “Sin Final”, como todos los bares, tuvo que empezar alguna vez. Y fue a la vera del mismo camino, al que llamaban “Sin final” los lugareños, pues nadie sabía hasta dónde llegaba. Nadie podría imaginar, aquella noche de ginebra y cañita libre, que la falta de final se refería al tiempo. Y ahí está.

Héctor Ranea

6 comentarios:

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Tiempo y espacio, don Ogui. Escribimos sobre eso. Y a medida que nos vamos poniendo grandes, peor... Logró mucho con poco.

Ogui dijo...

Gracias! Estimo que ese bar será escenario de grandes cosas... pero no sé si sabré narrarlas bien!

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Fijate la coincidencia de tu comentario con el que acabo de hacer en "El cuento perdido" a propósito de lo que escribió Esteban.

Javier López dijo...

Ayuda!
Empecé a leer el cuento y ahora no sé dónde termina. ¿Tendré que seguir leyéndolo hasta la eternidad?

Ogui dijo...

En este bar, Javier, si todo sale según lo previsto, al menos no tendremos que hacer siempre lo mismo. Es una idea...

El Titán dijo...

ojo que es cierto: yo cuando comienzo a chupar el tiempo-espacio de Einstein se va al carajo...