domingo, 8 de junio de 2008

Decisiones - Miguel Canel



Sarmiento entró a su despacho y no advirtió al animal oculto tras un paragüero. Sólo pensaba en la remodelación de la Casa de Gobierno. Se sentó a inspeccionar los planos. Al mediodía se dirigió a almorzar, dejando los pliegos abiertos. En cuanto se cerró la puerta, el felino se irguió en sus patas traseras y caminó con elegancia hasta el escritorio. Tomó una plumafuente y realizó algunas correcciones en la página. Ahora se leía, al lado de un tachón: “pintura rosa”. Satisfecha, la pantera saltó por la ventana y se fue caminando en silencio hacia el horizonte.

2 comentarios:

pato dijo...

Ahhh... ¡Ahora lo tengo claro! Seguro que también habrá modificado las condiciones para entrar en ella... (en la rosada digo)
Excelente lo tuyo!

Olga A. de Linares dijo...

Por fin una explicación coherente y lógica... Hay que incluirla en la currícula docente, sin duda. Currícula, curro... ¿tendrán algo que ver con la locación del relato?