Tribulaciones del demiurgo - Héctor Ranea

TRIBULACIONES DEL DEMIURGO
Héctor Ranea

Acá como me ve, soy el que crea las palabras que la gente tiene que llenar para convalidar que no son robots lectores sino personas. Ni se imagina el desdén que tienen por mí los otros dioses. Me consideran un pendejo burócrata, un tinterillo cagatintas. Y yo ahí, mirando marcas de cigarrillos en Internet, mezclándolos con leches para bebés. O poemas en arameo colapsados en guturalidades germanas. Nadie ve lo tremendo de mi inventiva, las consecuencias sobre la raza humana. Así, me paso las horas recriminándome el día que acepté esta función creyendo que reconocer a un hombre iba a ser algo titánico. Maldigo la hora en que mandé mi CV al amo del blog que no me avisó la poca retribución académica que tendría de mis colegas aristócratas y oligarcas. Estoy planeando una venganza dulce.