No iba hacia adelante en el tiempo, envejeciendo, ni hacia atrás, haciéndose más joven. Ella iba hacia los lados. A veces era su tía solterona y no pensaba más que en casarse, al otro día era su abuela y balbuceaba recuerdos, llamaba gente que ya no existía y sin recordar lo que había preguntado un segundo atrás. Peor se ponía cuando se apoderaba de ella la vecina de la verdulería y sacaba a la calle, en un balde, los tomates y la lechuga mustia de la heladera. Su madre la corría por la cuadra tratando de recuperar la comida desparramada en la vereda. Era ella misma pocas veces, por lo que no aprendía nada. Compuesta de pedazos de otros, que después de unas horas se le iban desprendiendo. El diagnóstico no fue digno de una película: "trastorno de identidad disociativo".
JUEGOS FLORALES 2024
Hace 2 meses
2 comentarios:
Buenísimo!
Me encantó
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