Peligros de la ciudad (8) - Jordi Cebrián
El autobús se desvía de su trayecto habitual. Una viejecita sentada delante es la primera en notarlo. Un señor con una maleta y una chica de rasgos achinados avanzan también para interesarse. "Son órdenes", dice el conductor. "Nueva ruta".
Los pasajeros se agolpan en las ventanas y ven alejarse la ciudad. Dos hermanos se miran: llegarán tarde al colegio. Si alguien hace amago de protestar, algún pasajero lo retiene: "No vale la pena. Son órdenes".
Cuando paran ya no hay edificios, les rodea el desierto. Los pasajeros bajan, el autobús se aleja. Se sientan bajo el sol y esperan inutilmente.
Foto: H. Ranea
1 comentario:
La indefensión de la gente común se multiplica. Siempre desconfié de los conductores de micros.
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