El cazador necesita pruebas precisas. No todos los días un hada accede a compartir la cama, las caricias, la pasión, la espera a que él termine de ajustar el tripie y calibrar la máquina, el tiempo de exposición, el ángulo preciso, la luz adecuada para la fotografía en donde se ve, clarito, como ella se ha marchado ya.
Tomado de: http://zarate.blogspot.com/
Fotografía de Nayla Fernández
1 comentario:
Me gustó! Eso por no confiar en las máquinas automáticas que fotografían sueños...
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