sábado, 4 de octubre de 2008

Gustos particulares - Juan Rodolfo Wilcock


GUSTOS PARTICULARES
Juan Rodolfo Wilcock

Entre las extrañas prácticas a las que deben exponerse las prostitutas inglesas para satisfacer los gustos imprevisibles de ciertos clientes, se recuerda este caso: un señor a quien poco antes se le había muerto la mujer hacía llamar una muchacha atractiva, la vestía con un camisón, le daba un rosario, una Biblia y una palanca, y le ponía una corona de rosas en la cabeza; después la hacía tenderse en un ataúd, clavaba la tapa y salía de la habitación: la muchacha debía abrir el ataúd con ayuda de la palanca, y entonces podía volver a casa.

Ilustración: M.C.Escher (Early work 1916-1922)

1 comentario:

Florieclipse dijo...

Esa ha de ser la fantasía secreta de muchos señores.