En la mayoría de los casos, soy un hombre pacífico. No soy de los que andan por ahí discutiendo y preocupándose por todo. Sí, de vez en cuando, me enfurezco levemente. Generalmente son estos hombrecitos que viven bajo mi cama los que logran sacarme de las casillas. Todo el día diciéndome que debo salir y matar o cosas por el estilo. Pero yo no les hago caso.
Excepto ayer, cuando salí temprano por la mañana y luego no recuerdo nada y más tarde, mi camisa inexplicablemente manchada de sangre, cerca de los puños.
De Dakota/memorias de una muñeca inflable.
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