UNA MALDICIÓN
Ruth Ferriz
Era desesperante. Cada mes tenía que sufrir cambios dolorosos y terribles. Sin embargo, nada era comparable con la soledad, el frío, el rechazo de la manada y la insensata idea de ser el heredero de una maldición. Tan feliz que era siendo lobo. Definitivamente eso de ser hombre, aunque sólo fuera durante la luna llena, no dejaba nada bueno.
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