PÁGINA EN BLANCO
José Vicente Ortuño
Sintió vértigo ante el abismo cegador de la página en blanco, sobre la que revoloteaban esas extrañas formas que vemos cuando miramos al infinito sin enfocar la vista. ¿Qué serán esas cosas globulares o las vermiformes, o los puntos negros y los destellos? —se preguntó—. ¿Seres de una dimensión apenas entrevista? ¿Habitantes de un universo paralelo?
Sus dedos siguieron inmóviles sobre el teclado de su vieja máquina de escribir.
Súbitamente sintió que caía. Intentó agarrarse, pero sus manos sólo encontraron vacío. Durante un instante eterno giró y giró, para luego quedar suspendido en la nada. Una nada de un blanco deslumbrante. Pero mirando al infinito sin enfocar la vista, observó su propia imagen mirándolo; mirando fijamente la página en blanco.
6 comentarios:
¡Vaya, se me escapó un error! Donde dice "observó propia su imagen mirándolo" debería decir "observó su propia imagen mirándolo", si es que trasnochar tiene esas cosas.
Mira que lo vi y reflexioné sobre eso. Me pareció un "italianismo" y me dije "tal vez sea también un 'valencianismo'". Ya lo corrijo.
Sergio.
Vicente, todo fallido tiene su explicación ( es mi justificación preferida para ocultar mis errores). En este caso, evidentemente estás pasando por una crisis de identidad y en tu afán de recuperación, inconscientemente,quisiste recuperar el "yo" mediante la aceptación de tu propia cuerpo, de ahí el "observó propia su imagen". Un hallazgo de tu inconsciente que a mi criterio debería haber quedado escrito de esa manera.
También puede haber sido alguna copita de más, pero eso no es una explicación acorde con este espacio cultural.
Saludos.
Sigmund Salemo.
¡Juá! Buenísimo el relato, y también los comentarios, sobre todo el sesudo análisis sicológico de don SS... (ups, mejor le pongo el nombre completo, a ver si induzco a confusiones lamentables), quise decir, don Sigmund Salemo.
No hay drama, Olga. Una confusión más o menos no afecta tanto. Comentar tiene sus riesgos. Ya que estamos con el tema, quizás alguien pueda aclararme una duda: hace unos cuantos meses, polemizando con unas personas, me mandaron al "centro del Mandala". Hasta hoy no sé si fué un halago o un insulto.
Desde ya , muchas gracias al que pueda sacarme de esta incertidumbre.
Gracias Dr. Sigmund Salemo, siguiendo tus consejos me he encontrado a mi mismo... debajo de una enorme capa de grasa.
J.V.
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