jueves, 31 de julio de 2008
Fuente de alimentos - Hernán Domínguez Nimo
La noche diluye la sombra del vagón abandonado. En su interior, Mateo se agita en sueños. Robó hasta la última moneda de cinco centavos. Eso no le remuerde la conciencia. La plata sirvió para comprar su primera comida en días. No lo deja en paz haber robado los sueños y deseos de tantas personas.
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