CRONOPIZZAS
Jordi Cebrián
Había descubierto el secreto para viajar atrás en el tiempo, así que montó un negocio de pizzas a domicilio que hacía llegar la comida a casa un segundo después de haber hecho el pedido. A veces el motorista temporal se aceleraba demasiado y llegaba a casa con las pizzas segundos antes de la llamada. Si superado el desconcierto el cliente usaba el teléfono para hacer el encargo que ya tenía, se salvaba la situación, pero si echaba al repartidor diciendo que no había pedido nada, las distorsiones temporales hacían que en todo el barrio, durante un rato, antes fuera después.
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