LA VOZ
Georges Bormand
La voz resonaba en todas partes al mismo tiempo, y cada uno la oía en el lenguaje que conocía desde la infancia.
El contrato esta roto; no queda ningún hijo de Avra'ham para hacer respetar la Ley. No me hago responsable por la protección del mundo. Pueden acabar de destruirlo, ¡ya no me concierne!Muy pocos entendían qué significaba esta declaración, aún entre los que conocían el Pentateuco y el pacto sellado con Abraham. Casi no quedaban judíos, y ninguno era descendiente directo del patriarca, aquellos a quienes Él había elegido para hacer efectiva Su promesa; lo pactado había dejado de tener validez... como todos podrían comprobar en cuanto arribasen las plagas.
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