martes, 22 de julio de 2008

Sobremesa - Alberto Paz


SOBREMESA
Alberto Paz

Alegre por haber saciado el hambre, el vampiro tomó el cuerpo de la joven y jugueteó con él, como juega el hombre satisfecho con los guisantes sobrantes en el plato. De nuevo plantó su boca sobre el cuello. Por los orificios recién hechos comenzó a soplar y a succionar su propio aire. Inflaba y desinflaba. Se divertía al ver a la mujer expandirse como globo y contraerse como pasa. Infló, desinfló, infló, desinfló…hasta que el cuerpo no aguantó más y estalló, dejando a su alrededor un reguero de carne seca.

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