miércoles, 9 de julio de 2008

Visita sorpresa - Alejandro Carneiro



Los medios llamaron a mi puerta. Tres cámaras intentaron violar la intimidad de mi hogar. No les dejé. Pero me acosaban con preguntas sobre mi vecino del quinto. Se había corrido el rumor sobre su verdadera identidad. Me sentí agobiado. No soy un chivato y no les dejaba entrar, pero impedían que cerrara la puerta interponiendo los objetivos de las cámaras. Menos mal que el griterío molestó la paciencia del cruciforme y bajó a silenciarlos con su habitual eficacia. Entonces pude cerrar la puerta, pese a las súplicas de una joven reportera. Ahora tengo el descansillo repleto de cables rotos y lamparones de sangre. Por desgracia, yo no tengo un Alfie que me ayude.

Ilustración de Pedro Belushi

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena imaginacion.