DONES
Olga A. de Linares
Mientras piensa que la literatura siempre asoció descensos con infierno, baja las escalerillas, todavía inseguro. Después de tantos años, la recuperada visión le parece una ficción más, un nuevo sueño tras el otro, más grave, de la muerte.
Su Virgilio en este extraño mundo de las profundidades lo conduce, silencioso, por pasillos que le recuerdan aquellos laberintos que su imaginación supo crear.
Contradiciendo las teorías, han llegado por fin ante las puertas del Paraíso. Ese que él había pedido, tiempo atrás, en uno de sus poemas.
Feliz como un chico, Borges sigue al Capitán Nemo; juntos entran a la sala, donde doce mil libros, y el tiempo sin tiempo de la eternidad, los aguardan.
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