EL SILENCIO
Edgar Omar Avilés
Tras crear al Universo, Dios se convirtió en una melodía, la más alegre, la más dramática, la más hermosa. Sin permitir jamás silencio, esa melodía era tañida en el aire como regalo para todos los seres. Pero como siempre había existido nadie podía escucharla. Hasta que Dios murió y la melodía dejó de vibrar en el aire. Entonces las lágrimas brotaron del gozo, cuando en el silencio verdadero los seres pudieron escuchar la majestuosa melodía en el hueco que había dejado.
2 comentarios:
Muy interesante... da como para ponerse a pensar un rato largo.
Me gustó!
Patricia
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