martes, 15 de julio de 2008

En la ribera de la noche plutónica - Ronald R. Delgado C.


EN LA RIBERA DE LA NOCHE PLUTÓNICA
Ronald R. Delgado C.

Una vez —escribió Edgar—, al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido…
—¡Nunca más! —gritó el cuervo.
—¡Cállate! —espetó el escritor, ofuscado. Tras recobrar la calma, prosiguió su trabajo: oyóse de súbito un leve golpe, como si suavemente tocaran…
—¡Nunca más! —insistió el ave.
—¡Basta! —gruñó Edgar, y se abalanzó sobre el oscuro cuervo.
El ágil animal, con un par de aleteos, se libró de la arremetida y voló tranquilo hasta el busto de Palas sobre el dintel de la puerta.
—¡Nunca más! —exclamó de nuevo, burlón.
Derrotado, el escritor hundió el mentón en el pecho y pensó: ¡Maldito el día que Leonora me pidió cuidar de su parlanchina mascota!

2 comentarios:

Olga A. de Linares dijo...

Todo puede desacralizarse, incluso un cuervo trágico. ¡Bienvenido, siempre, el humor!

Jorge De Abreu dijo...

Je je je... Muy bueno. La historia vista desde otro ángulo :-)
No sé por qué, pero además de la obra de Poe, siempre que leo el cuervo me viene la imagen de Homero Simpson :-)