miércoles, 16 de julio de 2008

H. P. - David Jorajuria


H. P.
David Jorajuria

No me mires así. Tus filamentos carbónicos, tus neuronas de sílice y los 6300 programas que componen tu aparato perceptosensorial, no están capacitados para la concepción del sueño.
Tus tejidos cibernéticos, tus labios de carnosidades plásticas, húmedas, no fueron hechos para estremecerse con una caricia; y tu corazón de engranes inoxidables no es capaz de anhelar.
¿Entiendes?
Eres casi humano, pero no existen programas para amar. Desenvuélvete dentro del margen de tus limitaciones, y por favor, no llores más.

1 comentario:

La Nínfula dijo...

Lo único que tengo que escribir/decir es que… es la descripción perfecta de un hombre [un masculino hombre; dirían en la tele]. Punto, no hay más que aclarar. Saludos