sábado, 19 de julio de 2008

Odisea espacial 2130 - Gonzalo Dávila


ODISEA ESPACIAL 2130
Gonzalo Dávila

Por fin los hombres viajarían a Marte. En el interior del cohete, los astronautas Ricardo Bernal y Edgar Omar Avilés se aferran a sus asientos. Sus cascos son peceras donde giran ojos azorados, peces que no saben cuando volverán a la Tierra. Bernal piensa en su amada Doris; Edgar Omar en la novela que acaban de publicarle en Buenos Aires. Desde la sala de controles, todos los alumnos del Taller 7 miran atentos la pantalla y aguantan la respiración. Comienza el conteo: Diez, nueve, ocho…
—¡Lánzalo ya, o nos pasamos de las 130 palabras! —dice el profesor Sergio.
—OK —contesta Saurio y oprime el botón.
Así fue como el cohete salió chueco, llegó a otro plano espaciotemporal y jamás supimos nada de nuestros queridos compañeros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Genial!

¿Puedo hacer lo mismo con algunos vecinos y/o parientes?