SUEÑO FRUSTRADO
Pablo Kaniefsky
Queríamos ser albañiles. Los tres. Nos influía mucho el padre de Salvorito, intendente del pueblo, que decía: "De las cosas que hacen los hombres, hay tres imprescindibles: curar, enseñar y hacer casas". Hermosos discursos daba don Hardin. El padre de Ted no, don Chiang era callado. Pero la vida te lleva, bah, eso decimos los indolentes con poco gusto por hacer fuerza, así que ni Ted ni yo lo logramos. Terminé programando en una empresa, Google, que fundaron unos tipos que quieren conquistar el mundo, como Pinky y Cerebro. Ted, al menos, escribió un cuento de albañiles que construyen hasta el cielo.
Cuando volvemos al pueblo, nos carcome la envidia ver a Salvorito arriba del andamio.
1 comentario:
tio pablo te kieroooooooo mucho yo miranda
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