domingo, 20 de julio de 2008
Inseguridad - Jorge Martín
INSEGURIDAD
Jorge Martín
La maté, pero aunque no lo crea, la víctima era yo. Sólo había entrado a robar; ella quería estar acompañada. Me ofreció plata, las joyas de su madre y de su abuela, si iba todos los días un ratito. Podía llevarme lo que quisiera, si me quedaba a comer, si le cedía el paso y le daba un beso de despedida. No le importaba que fuera un ladrón. Y a mí que me cuesta mucho decir que no. Me ajustó el nudo, aprovechándose de mis flaquezas. Me convirtió en su sirviente, aumentaron las exigencias, me descalificaba continuamente, amontonaba las quejas en expedientes. Me trabajaba la culpa de querer abandonarla en secreto. Era ella o yo. Fue en defensa propia.
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