LA MAGIA DEL SAUNA
Marcial Fernández
El obeso Sr. Walsh descubrió la gran fórmula: si permanecía dos minutos más —con respecto a la mañana anterior— adentro del baño-sauna, dicho acto de voluntad le significaría adelgazar un kilogramo de peso diariamente. Y como quien dice, puso cuerpo a la obra (o anti-obra, diría alguno). Y pasaron los meses: y las mañanas de sauna se volvieron mañanas y tardes; y las mañanas y tardes: mañanas, tardes y noches. No obstante, llegó el momento en que el delgadísimo Sr. Walsh no tenía kilogramos de su cuerpo que restar pero sí minutos del día que sumar; esto fue cuando desapareció al enflaquecer un segundo de más.
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1 comentario:
Genial, me encantó.
Al margen, la parte más ficticia (digamos) es eso de que en el sauna se adelgaza...
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