domingo, 20 de julio de 2008

Los lobos tambien saben asar cerdos - Alejandro Bentivoglio


LOS LOBOS TAMBIEN SABEN ASAR CERDOS
Alejandro Bentivoglio

Las ratas se detuvieron. El flautista vaciló. Por un momento, la única música que se escuchó fueron chillidos y el rumor del agua en el abismo.
Luego, alzadas en sus patas, las ratas soplaron y soplaron, hasta que el flautista cayó haciendo apenas un ruido sordo en la lejanía.

De Dakota/memorias de una muñeca inflable.

1 comentario:

pato dijo...

Muy buen final alternativo!