MI UNIVERSO
Carlos Feinstein
Atado en zona blanca, espero la muerte. Desde donde estoy puedo ver la región café no muy lejos. Los religiosos observan a la distancia para no perderse detalle. La garra de Dios jamás perdona. No es tiempo de remordimientos, la ley es clara: la palabra del Creador no puede ser manoseada ni devaluada.
No tenía manera de evitarlo, soy racional y las explicaciones en los relatos santos son absurdas. Está en mi naturaleza saber la verdad.
Nuestro, el cual nos cobija y nos alimenta, no es Dios. Sólo es otro animal, de un tamaño descomunal, que lucha por su subsistencia tal como lo hacemos nosotros.
Puedo sentir la garra divina que viene hacia mí. En unos segundos seré otra pulga muerta.
Sobre el autor: Carlos Feinstein
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