PARÁBOLA ESTELAR
Olga A. de Linares
Se reunieron un poco azarosamente, aunque hay quien dice que una mano poderosa e invisible los convocó.
Diabólicamente orgullosos por el llamado, pronto se sintieron unos Elegidos.
Para separarse de cualquier antecedente mítico o histórico (no todos concordaban en la naturaleza del mismo), persiguieron cinco estrellas, aunque solo les interesaba una, la más brillante. Pero sus esfuerzos caían en el vacío con sospechosa frecuencia, como si un poder malévolo disfrutara con su frustración.
Así, veían al astro palidecer sobre sus cabezas, derivando hacia el despreciable estado de la menor, que nadie quería asumir como propia.
Un buen día, como las fugaces que refulgen en la noche y se apagan sin más, las vieron desaparecer.
En la oscuridad, han recuperado el don de la palabra.
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1 comentario:
La verdad, mi lado masoquista, a veces hace que las extrañe, ni hablar cuando mi lado malvado y envidioso me hacía calificar con la más pequeña a aquél relato que sabía, nunca iba apoder escribir.
A veces mi lado bondadoso calificaba con la más brillante aún al que no se lo merecía.
Ahora que lo pienso,votaba según mi estado de ánimo.Menos mal que desaparecieron.
Pero a veces, las extraño.
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