RUTINA
Sergio Gaut vel Hartman
Hoy fue un día complicado. Me despertó un jenízaro reclutador para llevarme a una guerra en Kurdistán. Llamé a un amigo del Mosad que llegó con su comando antes de que cortara, se ocupó del terrorista y zafé. Pero mis infortunios siguieron. A las 10 había perdido el empleo, me divorcié, mis dos mejores amigos se mataron a cuchilladas por una cubana que no supieron compartir y mi hija se puso en pareja con una lesbiana nonagenaria. Y esa fue la mejor parte del día. Hacia la tarde había sufrido un paro cardiaco, me amputaron las dos piernas, me detectaron un tumor maligno en la lengua y la cena resultó incomible. Menos mal que soy un tipo optimista y pienso que la vida da revancha.
5 comentarios:
Perdón, somos del INADI. ¿Usted considera que su hija se haya puesto de novia con una lesbiana octogenaria una desgracia? Pues, nosotros creemos que es un acto de amor. Un poco raro, eso sí.Por la edad de la señora, decimos.
Por lo demás, un lindo cuento para levantarle el ánimo a los que se ahogan en un vaso de agua.
Nonagenaria, si hace alguna diferencia. Nada es raro en la ficción; lo único raro es la vida.
Sergio.
Bueno, entonces en la ficción, diez años más o menos no son nada.
Y a lo mejor la señora tiene ochenta y noventa al mismo tiempo.
Usted no deja pasar una.
No le gusta que le digan "señora". Fue lesbiana militante desde 1920. "Señora" remite a "señora de". Tampoco le gusta que le digan "señorita", por razones que sería muy largo y escatológico listar aquí. Prefiere que le digan Supersafo. Alguna se me pasa, no tema.
Sergio.
Los optimistas heredarán la tierra, los demás lo veremos desde afuera, que quede bien claro.
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